Quito (Ecuador). - El 10 de febrero de 2022, en el marco del Encuentro de la Familia Salesiana de Ecuador, con el Rector Mayor de la Congregación Salesiana, P. Ángel Fernández Artime, sdb, se lleva a cabo la Eucaristía por el 150 Aniversario de Fundación del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora.
Se cuenta con la presencia de los Consejos de las diferentes Ramas de la Familia Salesiana, Directoras y Hermanas de algunas comunidades locales de las FMA, Directores salesianos, y delegaciones de estudiantes y docentes de las Comunidades Educativas.
En la homilía el P. Ángel destaca la celebración de los 150 años de fundación del Instituto y de los 120 años de presencia educativo misionera de las FMA en el Ecuador, como un tiempo para agradecer al Señor por la vida de tantas hermanas que se han entregado hasta el fin de sus días, por la vida de los laicos que han acompañado la misión en las obras, por las exalumnas y exalumnos que han llevado al mundo y en el mundo, eso que han recibido en las casas de las FMA, por la gente buena y humilde de los orígenes que han hecho posible hoy y aquí esta realidad carismática. Advierte que al celebrar un aniversario no podemos quedarnos en el reconocimiento y añoranza de la historia pasada, sino que debemos asumirla como una oportunidad para seguir mirando hacia el futuro, sin olvidar los orígenes extraordinariamente humildes de los que venimos.
Querer mucho a don Bosco que nos ha amado, es su invitación constante. Amar a Madre Mazzarello, la joven campesina de Mornés que aprendió a leer y escribir para sus hermanas, mujer capaz de crear comunión, de ser madre de sus hermanas y de las niñas, de transmitirles que eran verdaderamente sus hijas queridas, eso es lo fascinante en ella, que era no era Doctora de la Iglesia, pero sí una gran mujer de Dios capaz amar en lo concreto, de convertir lo ordinario en extraordinario.
Por último, invita a toda la Familia Salesiana a ser “alternativa”, a vivir la fe de manera profunda, a ser gente que transmite esperanza, el antídoto contra la autorreferencialidad; a vivir con corazón abierto, abandonados en el Único importante, Aquel “por quien vivimos nos movemos y existimos”.
A la celebración eucarística, sigue un conversatorio en el que don Ángel expresa, de manera sencilla y fraterna, lo que espera de la Familia Salesiana del Ecuador.
El encuentro concluye con un programa artístico cultural, en el que estudiantes y docentes de algunas Instituciones educativas salesianas de las FMA de Quito, expresan con las palabras, la danza y el canto, la alegría de celebrar juntos, la presencia de don Bosco entre nosotros, en la persona del Rector Mayor.