“Doy gracias a mi Dios cada vez que me acuerdo de ustedes. Siempre, cuando rezo por todos ustedes, lo hago con alegría a causa de la cooperación que han prestado al Evangelio, desde el primer día hasta el presente. Estoy convencido de que el que inició en ustedes la buena obra, la completará hasta el día de Cristo Jesús ”(Fil 1, 3-6).