Ciudad del Vaticano (Italia) Sor María Troncatti, Hija de María Auxiliadora y misionera en Ecuador, ha sido elevada a los altares. La mujer italiana que se convirtió en madre para muchos, promotora de la paz y la reconciliación entre los shuar y los colonos, se convierte en la segunda salesiana canonizada después de Santa María Mazzarello, cofundadora del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora. La ceremonia tuvo lugar el domingo 19 de octubre, en la Plaza de San Pedro del Vaticano, coincidiendo con el Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND) y contó con fieles de todo el mundo.
Al inicio de la ceremonia, el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, presentó la petición de canonización al Papa León XIV para siete beatos: los mártires Pedro To Rot e Ignacio Choukrallah Maloyan; las religiosas Vincenza María Poloni, María Carmen Rendiles Martínez y María Troncatti; y los laicos José Gregorio Hernández Cisneros y Bartolo Longo. Tras las letanías de los santos, el Santo Padre pronunció la Fórmula de Canonización, declarando santos a los siete beatos, mientras sus reliquias eran acercadas al altar y el canto del Aleluya resonaba en la Plaza, celebrando la alegría de toda la Iglesia.
En su homilía, el Papa recordó que los nuevos santos “son lámparas capaces de difundir la luz de Cristo” y destacó su ejemplo de fe, esperanza y acción. “Estos fieles amigos de Cristo no son héroes o paladines de un ideal cualquiera, sino hombres y mujeres auténticos”, afirmó. Hizo especial énfasis en el testimonio misionero de Sor María Troncatti, así como en la vida de los demás canonizados, entre ellos mártires, fundadores y benefactores de la humanidad.
El Papa destacó también el valor de la oración con estas palabras:
“Así como no nos cansamos de respirar, no nos cansemos de orar. Como la respiración sostiene la vida del cuerpo, la oración sostiene la vida del alma: la fe se expresa en la oración, y la oración auténtica vive de la fe.”
Durante la celebración eucarística, Sor Elena Tinitana, FMA, participó en el momento de veneración de las reliquias de los santos; mientras que Sor Lupe Erazo, Inspectora de la Inspectoría “Sagrado Corazón” del Ecuador, y Sor Francesca Caggiano, Vicepostuladora del Instituto FMA, llevaron el copón durante el ofertorio.
Con profundo gozo, la Familia Salesiana, el Instituto FMA y toda la Iglesia proclaman desde hoy, Santa María Troncatti, ruega por nosotros.
El milagro de la canonización
El milagro atribuido a su intercesión, que abrió el camino hacia la canonización, ocurrió en un indígena shuar, agricultor y carpintero de la localidad de Nunkui Nunka, en Taisha (Morona Santiago, Ecuador). El 2 de febrero de 2015, el hombre sufrió una grave fractura craneal que le provocó parálisis y pérdida del habla.
Durante su convalecencia, Bosco Juwá —así se llama el beneficiario del milagro — soñó con Sor María Troncatti, quien le aseguró que sanaría y le prometió que, al amanecer, volvería a hablar y caminar. A la mañana siguiente despertó y sintió que podía mover la pierna y el brazo.
Con la ayuda de su esposa, Natalina, comenzó a caminar, pronunció algunas palabras y fue recuperando todas sus facultades. Los médicos que lo atendieron no hallaron explicación científica a su recuperación.
Ámbito de la Comunicación Social ECU

